Budapest, belleza cultural y meca europea del porno

Las ciudades cambian con el tiempo, como lo hace el propio mundo, como lo hacemos todos. Las grandes capitales europeas de hace tres siglos hoy corren suerte dispar en el reparto de lujo y glamour en el Viejo Continente. Algunas han logrado modernizarse y conseguir llegar al siglo XXI como auténticos monolitos liberales. Otras han conservado su encanto cultural y monumental, convirtiéndose en epicentros turísticos… pero nada más. La gloria del pasado sigue brillando  en todas ellas, con más o menos fuerza, pero es peligroso quedarnos solo con esa parte de la Historia para sobrevivir. Porque la Historia también sigue pasando página, y las prioridades de los viajeros cambian en busca de nuevas emociones. El turismo monumental ya no es tan masivo como el de aventura, el deportivo, el cultural… Por suerte, hay ciudades que han logrado adaptarse a esa nueva realidad y ofrecer todas esas opciones en una sola urbe. Budapest es una de ella.

Pocas ciudades europeas concentran una amalgama de locales divertidos, surrealistas, monumentales, excéntricos y elegantes a la vez. La ciudad dividida en dos por el río, con cada zona poseyendo su propia idiosincrasia y mostrándonos algo diferente de sí misma. La cultura y la Historia, pero también la marcha, el ocio nocturno, y hasta el placer prohibido, en un lugar que parece poder aunarlo todo. Por algo Budapest se ha convertido no solo en uno de los destinos favoritos por los europeos, sino también en la gran meca del porno del continente. O era así hasta hace unos años, cuando la situación comenzó a revertirse, sobre todo a causa de la llegada de un gobierno ultraconservador. Visitar la capital húngara sigue siendo toda una experiencia inolvidable para cualquiera que esté buscando emociones fuertes, pero también un lugar único y elegante en lo histórico. Cruzar el río es, de hecho, una solución perfecta para los que quieran combinar la sobriedad de la parte monumental de día con una buena rave en algún lugar recóndito por la noche. Y todo por muy poca plata, ya que los precios en este país están por los suelos en comparación con otras capitales europeas, sin que por ellos no falte de nada.

Antigua capital de un gran imperio

Budapest es una ciudad con una historia larga y muy intensa a sus espaldas. Desde el primer asentamiento celta hasta su conexión con el Imperio Romano, siendo posteriormente la segunda capital del gran imperio Austrohúngaro, que se disolvió tras la Primera Guerra Mundial. La importancia de la ciudad se debe no solo a su situación estratégica, sino también al hecho de disfrutar seguramente de una de las mejores partes del inmenso río Danubio. Será este río el que marque la vida de la ciudad, antes concentrada casi por completo en Buda, pero que empezó a crecer en Pest también en el último siglo. La primera, más monumental y sobria, con cafés elegantes y muchos museos que visitar. La segunda, corazón económico y de ocio de la ciudad, es la que más puede interesar a los turistas al caer la noche.

Lugares imperdibles

Como en cualquier otra ciudad, Budapest cuenta con un montón de sitios que debemos visitar sí o sí cuando nos acercamos a ella. Su división en dos zonas, Buda y Pest, hace que sea muy fácil organizarnos para encontrar todo lo que querríamos ver. En cuanto a monumentos, es imprescindible acercarnos al Parlamento Húngaro, uno de los edificios más espectaculares de la ciudad. Pasear por el Danubio y pasar por el Puente de las Cadenas también se hace obligatorio para disfrutar de la esencia de esta capital. Es una ciudad llena de balnearios al aire libre, una de las opciones más especiales para disfrutar del día. El de Gellert es el más grande de Europa y ofrece aguas termales por poco más de ocho dólares. La basílica de San Esteban, el barrio judío, la Ópera o el Castillo completan un recorrido no muy largo, pero si espectacular, por Buda.

Más allá del río, al otro lado de los puentes, encontraremos la diversidad de Pest, la zona moderna de la ciudad. Es perfecta para disfrutar de la gastronomía local en restaurantes, bares y también cafés. Hay de todo tipo, y seguro que encontraremos opciones que se adapten a lo que estamos buscando, sean cuales sean  nuestros gustos. Si bien Buda es la zona más monumental, en Pest es donde se concentra toda la diversión. Las mejores discotecas están en esta zona, y también los bares más curiosos y espectaculares donde tomarnos algo. Salas de conciertos, discotecas de todo tipo, teatros alternativos… La ciudad se abre a la cultura y a la diversión, incluso a la más picante, ya que su historia con el sexo es larga y muy intensa.

Porno y vida nocturna

Durante años, Budapest ha sido una de las grandes mecas del porno europeo. Esto seguramente llame mucho la atención del lector, porque estamos hablando de una ciudad muy monumental e histórica. Sin embargo, tras la caída del telón de acero y la llegada de nuevos aires a esta zona de Europa, los países de esta región se “modernizaron” en poco tiempo. Las húngaras siempre han tenido fama de ser chicas exuberantes y muy morbosas, así que no es de extrañar que muchas de ellas también quisieran formar parte de la industria del porno. Así es como surgen al principio pequeñas productoras que van atrayendo cada vez más y más profesionales a la ciudad. Hay libertinaje, precios por los suelos para los rodajes y mujeres muy hermosas que empiezan a llamar mucho la atención.

Después de década y media como epicentro de la industria europea, Budapest está viviendo ahora cierto retroceso por las leyes conservadoras de su gobierno. La belleza y la pasión de las mujeres húngaras sigue siendo la misma, pero ahora hay muchas más trabas para que las productoras vengan a filmar aquí. Esto se nota incluso en la calle. Antes no era extraño toparse a altas horas de la madrugada con un par de actores teniendo sexo en plena calle, cerca de los locales de moda, mientras se grababa una escena. Incluso las propias actrices disfrutaban del ambiente de la ciudad saliendo a tomar copas por los bares. Esto ya ha cambiado bastante, aunque todavía encontramos muchos lugares interesantes y divertidos donde disfrutar de una noche intensa en Budapest. Discotecas para todos los gustos, locales swingers, incluso prostíbulos clandestinos, si sabemos dónde buscar…

Un destino muy económico

Otra de las grandes ventajas que ha convertido a Budapest en uno de los mejores destinos turísticos de Europa son sus precios. Por la mitad o incluso menos de lo que nos cuesta alojarnos en París o Londres tenemos muy buenos hoteles. Las comidas y cenas también son baratas y muchas atracciones turísticas no superan los diez dólares o sin directamente gratuitas. Podemos pedirnos tres cervezas por el precio de lo que nos costaría una en cualquier otra capital europea, y eso atrae también a mucho turismo de diversión y fiesta. Grupos de amigos que viajan a esta capital para conocer su historia, pero sobre todo, su diversión.