James Stern y su increíble engaño a los nazis

La historia se escribe para no repetirla, o al menos así debería ser. El ser humano debería estudiarla para aprender a evitar todo aquello que pueda perjudicarle y sobre todo, no tropezar dos veces con la misma piedra. Sin embargo, parece que seguimos sin aprender en este sentido, y las guerras y los conflictos basados en el odio ante el que es diferente siguen conformando nuestro día a día. A pesar de todo lo que ocurrió en su momento en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, a pesar de todo lo que se ha escrito y hablado sobre la crueldad nazi, aun hay grupos en muchos países del mundo que siguen la doctrina de odio y racismo propugnada por Adolf Hitler y su partido hace ya casi un siglo, sabiendo incluso las consecuencias que aquello trajo en su momento.

Las formaciones y bandas neonazis campan a sus anchas en muchos países donde están más o menos expuestas, según el tipo de ley o gobierno que haya. Aunque fuera de Alemania no es delito como tal ensalzar al nazismo, está claro que un grupo que lo hace sin ningún tipo de reparo, llevando esvásticas o lanzando proclamas racistas y homófobas, no es el mejor compañero de convivencia en un barrio o una ciudad. Eso sí, muchos afirman que estos grupos pueden ser fuertes, pero no precisamente inteligentes. Desde luego, el caso de James Stern demuestra que, cuando las cosas se ponen mal, los nazis de ahora ya no son tan valientes y tampoco demasiado listos, para que lo vamos a negar. Vení a descubrir esta fascinante historia.

¿Quién fue James Stern?

El reverendo James Stern era un conocido activista norteamericano, que llevaba décadas luchando por los derechos civiles en su país, especialmente para la población negra. Y es que este detalle es tremendamente importante en la historia, porque al fin y al cabo, Stern era un hombre afroamericano, el perfecto enemigo de cualquier neonazi. El reverendo consiguió hacerse un nombre en Estados Unidos gracias a su lucha constante por los derechos civiles, pero el caso que realmente le hizo llegar a copar portadas tuvo lugar hace tan solo un par de años, cuando logró engañar a uno de los grupos neonazis más conocidos, en Movimiento Socialista Nacional, para hacerse con el poder de dicho grupo y desmantelarlo desde dentro. Algo que llama mucho la atención pero que tiene una explicación perfectamente verosímil, como vamos a ver ahora.

Sus antecedentes en el Movimiento Socialista Nacional

Como tantos otros grupos de este calado en Estados Unidos, el Movimiento Socialista Nacional se mostraba tremendamente crítico con las leyes igualitarias, y propugnaba el llamado supremacismo blanco, a través del cual las personas de esta etnia eran superiores a las de color. Iban en contra de cualquier otra raza y lo demostraban de manera airosa, con manifestaciones e incluso con agresiones. El punto culmen llegó en unas protestas que tuvieron lugar en Charlottesville, Virginia, en el verano de 2017, durante las cuales muchos activistas protestaron por la muerte de un joven negro a manos de un policía. Una de esas activistas, Heather Heyer, acabó muriendo atropellada por James Folden, un supremacista blanco, cercano al Movimiento Socialista Nacional. Es entonces cuando el reverendo Stern se pone en contacto con el grupo para limpiar su imagen pública de cara al futuro juicio que tendrían.

Así logró entrar a este grupo

James Stern era tremendamente conocido en aquel estado por su incansable lucha por los derechos sociales y también por la igualdad racial. El hecho de que un afroamericano se acercara a un grupo de supremacistas para “limpiar su imagen” ya llamaría la atención de cualquiera, pero parece que en el Movimiento Socialista Nacional tampoco estaban para desdeñar ningún tipo de ayuda. Stern habló con Jeff Schoep, líder del grupo, para poder presentarse junto a ellos y lavar su imagen ante la sociedad, previo al juicio que tendría lugar poco después. Les haría asumir el Holocausto, que hasta ese momento negaban, y borrar la esvástica y otros símbolos neonazis de sus emblemas y enseñas. En definitiva, pretendía blanquear al grupo, o al menos eso es lo que les hizo creer…

Logró engañar a los nazis y convertirse en su líder

A través de un documento, Stern les ofrecía su ayuda a cambio de algunas condiciones que servirían para mostrar una cara mucho más amable del Movimiento Socialista Nacional de cara a la opinión pública, y que el caso del atropello mortal de Charlottesville no les salpicara demasiado. Angustiados por toda la presión social, los líderes del grupo firmaron, sin darse cuenta de que Stern había incluido astutamente una cláusula por la cual le cedían también el poder dentro del grupo, convirtiéndole en líder. Cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde, y Schoep tuvo que dimitir como “comandante” de este movimiento, uno de los más emblemáticos de Estados Unidos. Acudió a la prensa acusando a Stern de engañarles, aunque todo el mundo entendió que la jugada del activista había sido perfecta y se puso del lado del reverendo.

¿Cómo acabó esta fascinante historia?

Stern logró engañar a todo el grupo y hacerse con el control del grupo, aparentemente para disolverlo, aunque tal vez no necesitaba ni hacerlo de forma activa porque al conocer la noticia, muchos de los miembros ya se desvincularon del Movimiento Socialista Nacional, ya fuera por la vergüenza de haber sido engañados de esa forma tan estúpida o sencillamente, por no concebir que un hombre negro ahora tuviera el poder de dirigirles. Stern ya hizo algo parecido décadas antes cuando fue reclutado por el mismísimo Ku Klux Klan a través de uno de sus líderes, a quien conoció en la cárcel. Su misión era, obviamente, acabar con el grupo desde dentro, y fue una de sus primeras acciones importantes como activista. Desde luego, está claro que a este hombre no le preocupaba meterse de lleno en la boca del lobo, y ahora que ha fallecido este es nuestro pequeño homenaje para él.