Qué ver en Cracovia

Ubicada en la parte sur de Polonia, a orillas del precioso rio Vistula, la ciudad de Cracovia se ha convertido en uno de los destinos turísticos más importantes de esta parte de Europa. Su gran historia y su atractivo tanto monumental como cultural atraen cada año a más de ocho  millones de visitantes, que disfrutan de las maravillas de la ciudad polaca. Durante muchos siglos, Cracovia fue, de hecho, la capital de todo el país. Sin embargo, ese lujo le pertenece hoy en día a Varsovia, al menos oficialmente, ya que para muchos la ciudad del Vistula sigue siendo el verdadero corazón de la nación polaca. Es desde hace siglos un importante centro de comercio, pero también se ha convertido en una capital que apuesta por las artes, la cultura y el deporte, acogiendo grandes eventos de todo tipo en los últimos años y destacando como una de las ciudades más excitantes de esta parte de Europa.

Los visitantes que llegan a Cracovia se sorprenden por su historia y su glorioso pasado monumental, sazonado con modernos edificios que provocan un curioso contraste en sus calles. Su centro histórico fue catalogado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad a finales de los años 80, lo que también ha favorecido su mantenimiento y la llegada de turistas en los últimos años, coincidiendo también con la entrada de Polonia en la Unión Europea. Entre monumentos, salas de teatro y conciertos y preciosas iglesias, Cracovia es también un sitio perfecto para degustar la pujante gastronomía polaca, así como para disfrutar de la cerveza local, una de las más laureadas de toda Europa. Los precios en el país son muy económicos, y eso también anima a los turistas a pasar unos días en este lugar tan especial, del que nosotros hemos querido escoger los cinco sitios imprescindibles a visitar cuando pasamos por Cracovia.

Minas de sal de Wieliczka

Comenzamos saliendo de la ciudad, y es que una de las principales atracciones de Cracovia se encuentra a las afueras, en la población de Wieliczka. Aquí podemos visitar las imponentes Minas de Sal, las más antiguas del mundo, que llevan siendo explotadas desde el siglo XIII hasta hoy sin interrupción. Las galerías, con más de 300 kilómetros, son  un auténtico laberinto que alcanza más de 300 metros bajo tierra. No es una visita apta para claustrofóbicos, pero sin lugar a dudas es una de las imprescindibles cuando visitamos la zona, porque hay auténticas maravillas en estas minas de sal. Se puede llegar fácilmente, en coche, tren o autobús, y el trayecto no es muy largo, así que no podemos dejar atrás esta visita si estamos en Cracovia.

Lonja de los Paños

La Sukiennice o Lonja de los Paños es una de las edificaciones más espectaculares y famosas de la ciudad de Cracovia, un precioso edificio renacentista que se encuentra en la Plaza del Mercado, en pleno centro de la ciudad. Se trata de la plaza medieval más grande toda Europa, y se ha conservado de maravilla desde hace siglos. La visita a esta monumental edificio nos hará entrar de lleno en cómo era la vida de Cracovia hace siglos. Y es que la lonja se inauguró en el siglo XIII como una especie de mercado dentro de un centro comercial, pero ha ido cambiando de forma y evolucionando hasta lo que podemos ver hoy. Es uno de los edificios más emblemáticos de toda la ciudad, y al encontrarse en pleno centro, siempre suele ser muy visitado.

Castillo de Wawel

Si subimos a la empinada colina de Wawel, justo al lado del meandro del río, nos encontraremos con el imponente Castillo que sirvió, ya hace siglos, como primera residencia de los reyes de Polonia, cuando Cracovia era la capital oficial del estado. Esta fortificación se fue remodelando hasta tomar un cariz renacentista, pero al llevarse la capital a Varsovia, quedó en abandono. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando sirvió como uno de los cuarteles en la Polonia Ocupada, el castillo de Wawel se remodeló en cierta forma, para poder acoger visitantes. Hoy por hoy es uno de los lugares imperdibles si visitamos Cracovia, un sitio con unas vistas espectaculares de toda la ciudad, y con mucha historia que contar en su interior, sobre una ciudad que ha vivido  muchos avatares del destino.

Basílica de Santa María

Justo enfrente de la Lonja de los Paños, volviendo a la plaza del mercado, nos encontramos con la principal iglesia de la ciudad, la basílica de Santa María, un edificio imponente flanqueado por dos grandes torres de diferentes alturas. Un edifici9o del siglo XIV y de un estilo gótico en su fachada, que guarda en su interior un precioso retablo con más de 200 figuras talladas de forma esmerada. Si tienes poco tiempo pero quieres visitar al menos un templo en Cracovia, sin duda alguna la Basílica de Santa María es tu mejor opción, por localización, por espectacularidad y por historia. Todavía hoy se sigue haciendo sonar la trompeta desde una de las torres, que antaño avisaba de las invasiones a la ciudad, o de las aperturas y cierras de las puertas de la misma.

Puerta de San Florián

Como buena ciudad fortificada, a lo largo del siglo XIV se construyeron diferentes murallas y puertas en Cracovia para defenderse de los ataques enemigos. Una de ellas, la Puerta de San Florián, ha llegado a nuestros días con su aspecto casi intacto. Erigida en granito rojo, un material habitual en la zona, esta es una de las torres góticas más populares de todo el país, y actualmente sirve como punto de encuentro común en la zona del centro de la ciudad, tanto para los locales como para los turistas que pasan unos días en Cracovia. Hoy por hoy, esta puerta es uno de los pocos vestigios que quedan de las antiguas murallas de la ciudad, que fueron destruidas hace décadas.